Los activos fijos
En términos generales, el activo fijo es aquel activo que no está destinado para ser comercializado, sino para ser utilizado, para explotado por la empresa. Los activos físicos o tangibles de la empresa se suelen clasificar en activos fijos y movibles. Los activos movibles son aquellos que están destinados para venderse, los activos fijos no. Un bien que la empresa ha construido o adquirido con el objetivo de conservarlo para utilizarlo, explotarlo, para ponerlo al servicio de la empresa, se considera fijo.
Por lo general, el activo fijo es aquel que hace parte de la propiedad, planta y quipo, como son los automóviles, maquinaria, edificios, muebles, terrenos, etc. La inversión más significativa para los pequeños negocios o microempresas se encuentra en la adquisición de activos fijos, pues sin ellos el funcionamiento de ésta sería imposible. El nivel de activos fijos va a depender de la naturaleza de los procesos de producción. A parte de las materias primas, las contribuciones mayores al proceso de producción son los gastos de fábrica y la mano de obra.
¿Cuáles son los criterios de eficiencia y competitividad para la adquisición de activos fijos?
Debido a que las inversiones en activos fijos representan en su mayoría desembolsos importantes de efectivo, debemos prestarle gran atención a las decisiones que se tomen con respecto al valor de compra del activo y las posibles erogaciones futuras que se deba hacer para su instalación, mantenimiento, operación…
Los activos fijos tienen una gran duración, por lo que pueden representar compromisos financieros de largo plazo para la empresa, de ahí su gran importancia a la hora de tomar una decisión para su adquisición. Para ello se deberá atender a la eficiencia de los activos fijos que se adquieren, realizando estudios de probabilidad de su valor, así como los de la competencia, para poder elegirlos creando para la empresa la situación más beneficiosa posible y, además, teniendo en cuenta la vida útil de los mismos, su depreciación y el plazo aproximado de la misma.
Para la adquisición de activos fijos se tendrán que solicitar ofertas de los proveedores del mismo, analizarlas y seleccionar aquella que más adecuada se considere para el desarrollo de nuestro negocio.
Otro factor muy importante es el revisar las condiciones de venta o arrendamiento: plazos de entrega, garantía postventa y costes de mantenimiento de los equipos e instalaciones.
Así, para adquirir el activo fijo, se deberá antes de analizar e identificar las subvenciones que se conceden para ello, diferenciándose en función del área correspondiente. Recordamos, que los sistemas de financiación externa, pueden ser tanto por parte de bancos, como por parte del Gobierno (subvenciones). También existen instituciones dedicadas al apoyo de los emprendedores de escasos recursos.
De este modo, se deberá tener muy en cuenta la realización de un análisis comparativo de costes y beneficios para decidir el modelo de adquisición del activo fijo, conocer bien el funcionamiento de gestión de compra o alquiler, así como los planes de amortización disponibles.